La tecnología desarrollada en el proyecto ha sido probada en el embalse del Val por las empresas colaboradoras del proyecto, Ecohydros y Envisad. Es un sistema automatizado de captura en flujo de agua de imágenes de microorganismos, que servirá para entrenar y validar modelos de inteligencia artificial y anticipar, de forma temprana, posibles blooms de cianobacterias.